En este artículo presentamos parte de los resultados obtenidos en el análisis realizado a la Formación Profesional Básica desde una perspectiva de género. Un ciclo formativo incluido en la etapa obligatoria de nuestro sistema que introduce una adaptación curricular al tiempo que su diversificación según diversas familias profesionales a las que optará el estudiantado. En este caso el género emerge como variable fundamental para entender el escaso número de mujeres matriculadas, así como su concentración ...
En este artículo presentamos parte de los resultados obtenidos en el análisis realizado a la Formación Profesional Básica desde una perspectiva de género. Un ciclo formativo incluido en la etapa obligatoria de nuestro sistema que introduce una adaptación curricular al tiempo que su diversificación según diversas familias profesionales a las que optará el estudiantado. En este caso el género emerge como variable fundamental para entender el escaso número de mujeres matriculadas, así como su concentración en ramas claramente connotadas en términos de género. Las entrevistas realizadas a los equipos de coordinación y orientación, fundamentales el acceso a una FPB, nos permiten constatar la pervivencia de una segregación por género de los diferentes itinerarios formativos justificada sobre las preferencias individuales. Esta justificación conlleva tomar medidas desde los centros en términos únicamente individuales y siempre mediatizadas por los escasos recursos (personales y formativos) disponibles pero sobre todo por la que es su principal prioridad: evitar el abandono precoz de los estudios. El resultado es un ciclo formativo en el que las mujeres están o bien ausentes o bien concentradas en ciclos fuertemente feminizados, disminuyendo sus oportunidades formativas y laborales.
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