El fenómeno de la multipropiedad en los clubes de fútbol, por el cual un mismo propietario posee control en más de un club, ha crecido significativamente en los últimos años, planteando retos éticos y regulatorios debido a los riesgos que conlleva, como la integridad de las competiciones, por los enfrentamientos entre clubes que formen parte de un mismo grupo, o las ventajas competitivas que aumentan la desigualdad entre clubes. También afecta de forma negativa a nivel de identidad de los aficionados ...
El fenómeno de la multipropiedad en los clubes de fútbol, por el cual un mismo propietario posee control en más de un club, ha crecido significativamente en los últimos años, planteando retos éticos y regulatorios debido a los riesgos que conlleva, como la integridad de las competiciones, por los enfrentamientos entre clubes que formen parte de un mismo grupo, o las ventajas competitivas que aumentan la desigualdad entre clubes. También afecta de forma negativa a nivel de identidad de los aficionados con sus clubes, no teniéndolos en consideración debido a una aproximación económica que provoca.
El caso ENIC fue el primero que explicitó los riesgos de la multipropiedad y dio pie a una regulación insuficiente, poco precisa, ambigua y dispersa que todavía se mantiene hoy en día, donde los grupos de MCO son un fenómeno muy común. Es por eso que una reforma regulatoria, que parta de un proceso armonizador, se hace necesaria para paliar los efectos negativos de la multipropiedad, que sigue en crecimiento y pone, cada vez más, en peligro la esencia y estructura del fútbol mundial.
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