En Colombia, hay una combinación fiscal insostenible en el gasto sanitario. En los 5 últimos años de prepandemia, el crecimiento del PIB fue del 2,7%, mientras que el crecimiento del expendio en salud del 5,4% y el aumento en tecnologías en salud del 9%. Adicionalmente,
el 65% de los medicamentos son importados (que implica una alta exposición tanto cambiaria como de abastecimiento), un gasto de bolsillo del 15% (más bajo de la región), junto con un sistema de salud con participación de varios ...
En Colombia, hay una combinación fiscal insostenible en el gasto sanitario. En los 5 últimos años de prepandemia, el crecimiento del PIB fue del 2,7%, mientras que el crecimiento del expendio en salud del 5,4% y el aumento en tecnologías en salud del 9%. Adicionalmente,
el 65% de los medicamentos son importados (que implica una alta exposición tanto cambiaria como de abastecimiento), un gasto de bolsillo del 15% (más bajo de la región), junto con un sistema de salud con participación de varios intermediarios, y altos gastos de transacción e intermediación.
El objetivo de este trabajo es comparar el sistema actual versus la propuesta de desarrollar una integración vertical por medio de una agencia pública de medicamentos, que permitiría: por un lado, aumentar la soberanía sobre el mercado farmacéutico, disminuyendo la dependencia de terceros, acortando la cadena de valor, y por otro,
reduciría los costos en medicamentos, por medio de la fabricación e importación directa de un grupo específico de fármacos de alto impacto financiero en el sistema de salud.
Como resultado, habría un ahorro del 58,8% anual debido a la minimización de costos del grupo de medicamentos escogido, mientras se cumplirían los objetivos de aumentar la soberanía farmacéutica y la sostenibilidad del sistema de salud.
+