Before phonemes : Infants start building the native phoneme repertoire

Abstract

Infants start their lives with a universal ability to perceive speech and during the first months of life they attune to the language(s) they are exposed to in their environment, i.e. perceptual narrowing. Research has focused on infants’ capacities to discriminate native and non-native speech contrasts as a sign of this tuning, starting at 6 months of age for vowels (Kuhl et al., 1992; Polka & Werker, 1994). We investigated whether infants before the first signs of perceptual narrowing have some segmental information in place. To do so we ran a series of experiments on the abilities of infants to discriminate languages that differ in their vowel distribution. We also tested infants’ preference to lists of nonwords that abide to the vowel distribution of their native language or not. We found that infants succeeded in both tasks suggesting that infants have in place an early representation of the native vowel space. Therefore, we provide compelling evidence that phonetic knowledge emerges earlier than proposed before.

Los infantes comienzan su vida con una habilidad universal para percibir el habla y durante los primeros meses de vida se especializan en la lengua o lenguas que escuchan en su entorno (estrechamiento perceptual). Las investigaciones previas se han centrado en la capacidad de los bebés para discriminar contrastes del habla nativos y no nativos como evidencia de este estrechamiento, a partir de los 6 meses de edad para las vocales (Kuhl et al., 1992; Polka & Werker, 1994). En esta tesis investigamos si los bebés poseen conocimiento segmental antes de los primeros signos del estrechamiento perceptual. Para ello, llevamos a cabo una serie de experimentos sobre su capacidad de discriminar entre lenguas con distribuciones vocálicas diferentes. También investigamos la preferencia de los bebés por unas listas de palabras inventadas que reflejan o no la distribución vocálica de su idioma nativo. Hallamos que los bebés realizaron con éxito ambas tareas, lo que sugiere que tienen una representación temprana del espacio vocal nativo. Por lo tanto, proporcionamos evidencia convincente de que el conocimiento fonético surge antes de lo propuesto anteriormente.