Abstract:
El abandono definitivo de la violencia por parte de la organización terrorista ETA abre un nuevo escenario político, social y jurídico. En este, la gestión de las políticas penales y penitenciarias tiene un papel fundamental. El gobierno mantiene los mismos criterios de intervención a pesar de que estos pueden haber perdido cierta eficacia argumental, al dejar de ser ETA una organización con capacidad de matar. Al estudio de esta cuestión está destinado este artículo.