El presente artículo brinda una imagen global de la economía
española a lo largo de 2015. Para ello, pone más atención en el
“bosque” que en los “árboles”, en un año que ha sido complejo,
repleto aún de muchas sombras y algunas luces. Debemos aceptar
por ello que dicho análisis conlleva también un riesgo, ya que
sugiere una secuencia de hechos que no pueden ser analizados
en detalle. Al otear el conjunto y prescindir de los árboles, perderemos
los matices de la diversidad de la flora, este ...
El presente artículo brinda una imagen global de la economía
española a lo largo de 2015. Para ello, pone más atención en el
“bosque” que en los “árboles”, en un año que ha sido complejo,
repleto aún de muchas sombras y algunas luces. Debemos aceptar
por ello que dicho análisis conlleva también un riesgo, ya que
sugiere una secuencia de hechos que no pueden ser analizados
en detalle. Al otear el conjunto y prescindir de los árboles, perderemos
los matices de la diversidad de la flora, este año mucho
más diversa que en los anteriores. Con especies cuyo destino es
la muerte, mientras que otras nacen tan incipientes que aún es
pronto para divisar su futuro, y que sin un microclima adecuado,
es posible que no puedan florecer. Al hacer este análisis global,
sacrificamos la diversidad en pos de una visión más sencilla
y amable. Pondremos en común elementos económicos y de
geopolítica, de política exterior, social y de mercados financieros,
todos ellos con incidencia en el devenir. Intercalaremos
en el análisis diversos gráficos, cuadros y datos suministrados
por el servicio de Estudios del Banco de España, a través de sus
Informes de la Economía Española. Con todo ello, apelaremos
a que el lector nos conceda cierto principio de in dubio pro reo,
atendiendo a que, con más espacio y más tiempo, podríamos
dotarlas de la argumentación suficiente.
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