El Nuevo Cine Coreano tiene una traslación directa en la programación y estructura del Festival de Sitges desde su eclosión a finales de los años noventa. Las cifras ponen en evidencia cómo en un período muy breve de tiempo la cinematografía coreana adquiere una progresiva visibilidad hasta llegar a cotas insospechadas. Por su parte, el Festival de Sitges encuentra en la cinematografía coreana unas imágenes inclasificables que le permiten explorar algunos de los tropos característicos de su identidad: ...
El Nuevo Cine Coreano tiene una traslación directa en la programación y estructura del Festival de Sitges desde su eclosión a finales de los años noventa. Las cifras ponen en evidencia cómo en un período muy breve de tiempo la cinematografía coreana adquiere una progresiva visibilidad hasta llegar a cotas insospechadas. Por su parte, el Festival de Sitges encuentra en la cinematografía coreana unas imágenes inclasificables que le permiten explorar algunos de los tropos característicos de su identidad: el gusto por el género, la representación de la violencia desde perspectivas heterodoxas y, finalmente, el humor negro como mecanismo de distanciamiento. Nuestra hipótesis de partida es que todos estos elementos condicionan el proceso de recepción del Nuevo Cine Coreano, construyendo un determinado paratexto que tendrá una fuerte influencia en el proceso de recepción de esta cinematografía. Para realizar nuestra argumentación, abordamos, en primer lugar, cuál y cómo ha sido la evolución del certamen desde el inicio del movimiento; en segundo lugar, tomamos como corpus de análisis los thrillers surcoreanos más relevantes que han formado parte de la programación del certamen para así poder determinar y definir sus ejes temáticos y estéticos; y, en tercer y último lugar, cotejamos estos resultados con la recepción de los films tanto por parte de la crítica como con aquellos tropos a partir de los cuales se ha sedimentado la identidad que define el Festival de Sitges.
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The New Korean Cinema has a direct translation into the programming and structure of the Sitges Film Festival since its emergence in the late nineties. The figures show how in a very short period of time Korean cinematography acquires a progressive visibility until reaching unsuspected levels. For its part, the Sitges Film Festival finds in Korean cinematography unclassifiable images that allow it to explore some of the tropes characteristic of its identity: the taste for cinematographic genrr, the ...
The New Korean Cinema has a direct translation into the programming and structure of the Sitges Film Festival since its emergence in the late nineties. The figures show how in a very short period of time Korean cinematography acquires a progressive visibility until reaching unsuspected levels. For its part, the Sitges Film Festival finds in Korean cinematography unclassifiable images that allow it to explore some of the tropes characteristic of its identity: the taste for cinematographic genrr, the representation of violence from heterodox perspectives and, finally, the black humor as a distancing mechanism. Our starting hypothesis is that all these elements condition the reception process of the New Korean Cinema, building a certain paratext that will have a strong influence on the reception process of this cinematography. To make our argument, we first address what and how the evolution of the contest has been since the beginning of the movement; second, we take as a corpus of analysis the most relevant South Korean thrillers that have been part of the program of the contest in order to determine and define its thematic and aesthetic axes; and in the third and last place, we compare these results with the reception of the films both by the critics and with those tropes from which the identity that defines the Sitges Film Festival has been sedimented.
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