La transformación de Japón entre la Revolución Meiji y la Segunda Guerra Mundial fue extraordinaria, pues el país que durante el shogunato Tokugawa se caracterizó por su política de aislamiento nacional, ocupando un lugar periférico en la esfera de poder asiática, se convirtió en pocos años en una potencia imperialista. La consecuencia más traumática de esta transformación fue la barbarie desatada por el Ejército Imperial Japonés sobre Asia Oriental durante la Guerra del Pacífico (1937 – 1945), que ...
La transformación de Japón entre la Revolución Meiji y la Segunda Guerra Mundial fue extraordinaria, pues el país que durante el shogunato Tokugawa se caracterizó por su política de aislamiento nacional, ocupando un lugar periférico en la esfera de poder asiática, se convirtió en pocos años en una potencia imperialista. La consecuencia más traumática de esta transformación fue la barbarie desatada por el Ejército Imperial Japonés sobre Asia Oriental durante la Guerra del Pacífico (1937 – 1945), que no debe ni puede entenderse como una contingencia. Este trabajo analiza todos aquellos factores que de un modo u otro incidieron en la naturaleza de los crímenes de guerra cometidos por los nipones. La actuación geopolítica de Japón, las potencias coloniales occidentales y China —por su condición de víctima principal de la agresión japonesa— los años anteriores al conflicto provocó una serie de dinámicas dentro del país que explican el ascenso del ultranacionalismo militarista, la aparición de un fuerte sentimiento anti-chino, y la degeneración del sistema educativo, de la figura del emperador y del Ejército Imperial.
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